En el presente artículo hablaré sobre otros tipo de formatos de imagen: los formatos vectoriales y de imagen en movimiento.
Si bien el foco estará dado sobre los formatos libres, no puedo omitir los populares que nos rodean en todo contexto.
Y dado que es probable que sea la primer entrada de este año, el equipo se suma a desearles un ¡buen próspero 2019!
Imágenes vectoriales
Así como quizás se hayan sorprendido en la entrada anterior que las imágenes de mapa de bits nos acompañan desde 1925, las vectoriales hacen su debut cerca de 1950.
Como siempre, su primer uso fue en el plano militar y de cálculo.
Pero empezada la década de 1980, una consola de videojuegos, incorpora el proceso de imágenes dinámicas en vectores para el juego “Asteroids” (del cual hay clones por doquier) y luego “Space Wars”, inspirada en La Guerra de las Galaxias.
Es cuando el desarrollo de herramientas de diseño asistido por computadora (CAD) echa mano a estas representaciones para ayudar a diseñar piezas para tornería y planos de construcciones (y luego lo que puedan imaginar que pueda construirse).
Incluso, en 1986, el grupo alemán de música electro-pop Kraftwerk utiliza esta tecnología para el videoclip de su single “Music non stop“, y no era el primero pero sí el que descolló… Luego Dire Straits con “Money for nothing” y más tarde Mike Jagger con “Hard woman” harían lo propio con una tecnología más elaborada.
¿Qué son y para qué sirven?
La ventaja que tiene una imagen vectorial, sobre un mapa de bits, es que los gráficos son representados por arcos, rectas, figuras geométricas simples (elipses, triángulos, paralelogramos), otras más complejas como ser las líneas poligonales y el uso de tipografía.
Entonces, no sufren las deformaciones tan típicas de un mapa de bits que pierde “definición” al agrandarse, ni tampoco la pérdida de información al reducirse, porque pueden ser representadas mediante funciones matemáticas.
Las funciones matemáticas se escalan y se redibuja el resultado dando una imagen sin pérdida de calidad.
En un principio, estos gráficos sólo podían ser “pintados” con colores planos, sin gradientes; luego, tiempo después, se implementó un algoritmo para poder usar gradientes lineales, circulares, rectangulares y cónicos.
A fines del sigo XX (esto si suena a muy antiguo), aparecen la “mallas de degradado”. Son cuadrículas formadas por vectores y que permiten asignar a sus nodos un valor de color que es calculada su trayectoria hasta el próximo para generar un gradiente suave entre ellos.
Esto permite que un gráfico complejo, como podría ser una ilustración hiperrealista, ocupe mucho menos espacio que un mapa de bits, si tenemos en cuenta la ventaja de su posibilidad de escalado sin pérdida de calidad ni de información.
Usos y aplicaciones
En un principio, la de “dibujar” gráficas (simples) basadas en cálculos matemáticos para cálculo científico, tráfico aéreo, entretenimiento, etc.
Por otro lado, que los gráficos permitan ser sometidos a cambios de tamaño sin perder calidad y que ocupen poco espacio.
Está de más mencionar a Adobe Illustrator (AI) y CorelDraw (CDR) como los programas más difundidos en el uso de esta tecnología, claro que AutoCAD se vale de ella. Pero su uso no es tan popular para el diseño gráfico o la ilustración (excepto si observamos el modelado 3D, que también agrega a la lista otros programas).
Pero, como nos convoca el software libre y gratuito, el formato de archivo por defecto es el SVG: Scalable Vector Graphics (Gráficos de Vectores Escalables).
Su uso empezó a hacerse popular bien entrado el 2008, ya que los navegadores podían representar gráficos SVG permitiendo que las páginas pudieran mostrar estos gráficos con sus ventajas ya expuestas.
En otro artículo mencioné, entre otros, a InkScape como el editor FOSS de gráficos vectoriales más popular, “menospreciado” porque no permitía el uso de las potentes mallas de degradado. Cosa que no ocurre hasta 2016 que es cuando se formaliza su protocolo dentro de la especificación SVG.
Continuará…
No hay mucho más para expresar sobre los gráficos vectoriales respecto de sus ventajas: poco espacio, escalabilidad, independencia del medio…
Su uso gracias a la versatilidad del HTML5 y CSS3, le dan cierta ventaja sobre el canvas del navegador (lo que no le quita su potencia).
Siguen pendientes los formatos multimedia y de qué se trata los métodos de compresión (trataré de hacerlo genérico).
Por ser el primer artículo del 2019… No voy a aturdirlos más…
Hasta pronto.